Sin comerlo ni beberlo el 8 de enero me vi de baja y viviendo con Félix en BCN, después de veintidós años viviendo en Sant Feliu de Guíxols sola. Pero además, y lo más potente, se me certificó una dolencia macular irreversible en un ojo...lejos ya del trabajo al que había entregado mis fuerzas durante treinta años sin ser exactos, que falta no hace.
La primavera, el verano, dieron alas convencida de regresar al curro en septiembre, de volver a mi puebluco entre mi gente, pero cuatro intervenciones oculares me han mantenido de baja durante todo este trimestre y confieso que ya no vivo más que este presente. Un tribunal médico decidirá qué hacer conmigo y tengo pendiente una cirugía de cataratas y glaucoma en enero, a ser posible.
Y aquí estamos, con la copa de cava casi en mano y los tacones preparados para despedir el año.
Este año me ha traído la certeza del cambio, de dejar lastre e ir reordenando...simplificando. Este ojo dormilón me da la "visión" de que nada es en esencia importante...salvo aprender a vivir contigo en tu piel y hacerse amiga de la propia vida sin darle más vueltas ni retoques varios...deseos, expectativas, ilusiones, subidas y bajadas emocionales, apegos...van quedando uno a uno en la cuneta del 2014 por innecesarios.
Conmigo va el amor de siempre, aquél que ya de cría me daba paz y contento...no por hacer nada
Dentro de todo esto cabéis ahora vosotros y por eso os lo cuento.
¡Con un fuerte abrazo para cada uno en el inicio del 2015!