Un curso más regreso a BCN cuando esta playa se pone a mil por hora. Dejo mi "chiringuito" embalado en unas pocas cajas guardadas en la agencia que me alquila el estudio desde hace trece años. Todo desaparece...un gesto simple que cada vez disfruto más, porque me certifica, a modo de metáfora, el poco valor de cuanto creemos poseer.
También es hermoso que sepáis que sólo las fotos de familia, mi tesoro, me las guarda una gran amiga con mucho cuidado.
Y ya está, final, una foto de ayer desde el faro nos da otra perpectiva que quiero enviaros, justo el sol al ponerse se posaba sobre mis tejados...un beso más, dulce, de este verano.