Vengo de meterme en el mar, de golpe, sin más; ayer mientras me mojaba los pies en la orilla me prometí que hoy lo haría.
Ha hecho un día de sol suave, casi otoñal; cuando llegué de clases miré desde el balcón, hacía algo de viento y no apetecía bajar, mejor esperar.
Tocadas las seis y media el agua era un espejo tan calmo y transparente y de un azul tan bello que sólo con mirarla supe que me metía dentro.
Chapuzón sin miramientos.
Ahora estoy aquí, ningún deseo salvo escribiros, todo detenido en una dulzura especial.
La Madre me tomó, fuimos una en un momento perfecto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que atrevida eres, Pandora. Anda que no está fría el agua en SFG!!!!
ResponderEliminarA mí me falta ese empujoncito
Un abrazo
Isabelita, bañarse ahora es todo un lujo y una experiencia totalmente revitalizadora. ¡Bien hecho! Besitos
ResponderEliminar¡Guau! Eso es impetu,vivir el momento sin pensamientos paralizadores. Bien hecho Belida !!!!
ResponderEliminar