"Había una vez una mujer que soñaba con poder salir al mundo y conocer la vida, conquistarla.
Y cuentan que con el paso del tiempo fue la vida quien la conquistó a ella...y de la forma más simple y discreta.
A esa unión con la vida ella le llamó su dicha."
Pues así es, acaba un nuevo curso, son diecinueve aquí...y en esta soledad dichosa saboreo la presencia de las simples cosas...como la luz del verano que se inicia, mi pequeño estudio frente al mar, mis clases en el instituto blanco y espacioso, mis alumnos...y sobretodo estas gentes de este pequeño pueblo, muchas anónimas, algunas amigas, y siento que de alguna forma vamos juntos.
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