EL SABIO SUFÍ
Había una vez en Arabia, en un recodo de un inmenso desierto, un niño llamado Mhalub, que heredó de sus padres un tesoro olvidado por muchos.
Inocente y alegre recorría caminos de arena entre piedras inmensas llevando su atillo pegado a la espalda y dentro de él un papiro que solía ojear sin entender ni palabra. Ya muchacho, la luna llena lo sacaba de casa y echado en la arena miraba brillar las estrellas, mientras se preguntaba qué diría el papiro que siempre llevaba.
Y sucedió que una noche, en la que la luna casi lo abraza con su inmensa belleza...comprendió que sus padres le entregaron un enigma antiquísimo, un papiro que podía llegar a entender si empezaba a estudiar el legado sufí que siempre enseñaron en casa.
Con el paso del tiempo Mhalub llegó a ser el mayor sabio sufí de su época.
Isabel Moreno, febrero 2011
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