El otoño se regaló con creces en este día, te sentías en medio de una inmensidad de luz entre la que desaparecías, eras un bichillo más envuelto en el derroche de gracia que entrega a veces la vida, un esplendor incluso excesivo que no refleja fielmente ninguna fotografía.
El momento pasó...pero queda la dicha.
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