viernes, 30 de octubre de 2015

Esa hora en la tarde



Me apetece hoy compartir con vosotros esos ratos sola en casa, cuando la tarde llega a su cima y se expande limpia y graciosa tras el cristal en colores tenues unas veces y otras en tonos más potentes. Siempre bella y amigable.





Es en esos ratos leves, dejando volar la mirada por los mismos tejados, los mismos árboles, balcones y plantas, cuando desde mi sofá me deleito  sin apenas pensar nada. Siento y miro los brillos, el aire, el espacio...esa calma.

Es una dicha suave enmarcada de cielo y nubes, que aúpan de vida mi alma.


                                                                                  (dibujo  acuarela de Lola Anglada)

viernes, 25 de septiembre de 2015

EL BUEN SABOR

 
 
 Hay personas con las que te encuentras y notas un sabor alegre por el simple hecho de veros. Es una sensación muy agradable, que te amplía la percepción del alma, acercándola de forma suave y amigable. Te sientes entonces más cerca de ti misma, más en armonía con todos. Libre.
 
 Esto me vienen sucediendo-y sé que es mutuo- con Mihail, un ruso al que desde hace más de un año le doy conversación en catalán dentro del Voluntariado por la Llengua Catalana. Tenemos un encuentro semanal aquí y allá, sin día ni lugar fijos, cosa que a ambos nos va, disfrutando así de mayor libertad.
 
 
Me pregunto el porqué de esta sensación tan agradable. Reflexiono ahora  con todos vosotros y creo que, partiendo de la simpatía y afinidad mutuas, sobre todo proviene este amigable placer del hecho de  partir en cada encuentro de unos límites emocionales esenciales y simples:

un tiempo un espacio un motivo  delimitados

y  nada estrictos, que enmarcan de forma natural nuestros  diálogos.

jueves, 27 de agosto de 2015

Mi ciudad en Agosto

Silencio en BCN.  En la parte alta de la ciudad ni un alma, sólo a media mañana montones de turistas hacen cola esperando la llegada del Tranvía Azul, que les sube a la base del Tibidabo, la montaña que a 500 metros de altura enseña la ciudad con unas vistas extraordinarias.

Hay días que bajo al centro y me dejo llevar por la riada de turistas. No me molestan nada. Al contrario. Van alegres y entretenidos dejándose sorprender por cada nuevo encuentro. Animan el gris del asfalto con su mezcla colorida, sus atuendos y sonidos...los idiomas tan distintos. Me lo paso bien siendo una más entre ellos, mirando con ojos nuevos.
 En mi casa siempre fuimos muchos y me gusta el jaleíllo. Es cierto que mucho de algo desordena, cansa  y también ensucia a ratos, pero no veo pie sino para celebrarlos. Mi ciudad está más bella que nunca, engalanada y dispuesta, dicharachera y consumidora,  abierta a ser de muchos y variados, consciente de que hay un gasto y para algunos un cansancio, pero también orgullosa de su encanto, de ser uno de los destinos más valorados.

Cuando veo un bus turístico sonrío. Imagino a gente disfrutando de un merecido descanso. Pienso en los rincones que las diferentes rutas ofrecen y deseo de todo corazón que los gocen a su paso. Me da gusto ofrecer esta ciudad anclada al Mediterráneo (fondo musical con la famosa canción de Serrat)

lunes, 13 de julio de 2015

Una sombrilla viaja desde Alemania.

- ¡Ruth, nos vamos!
- ¿dónde este año?
- ¡a una isla del mediterráneo!
- ¡Menorca!- dijo su mujer haciendo un guiño.Ya lo habían hablado.


El pueblo amaneció gris entre la bruma del norte de Alemania, pero la casa botaba de alegría: ¡vacaciones un verano más! A Gretel le faltó tiempo  para avisar a su hermana, ya estaba decidido, tres billetes y para España. El resto del día fueron preparativos. Del altillo bajaron la sombrilla....como está debido. El ritual de las maletas empezaba.

Y llegó el despegue y un aterrizaje limpio. Bajar del avión fue oler el mar acho, infinito, sentir el viento. Olor de higueras mientras el taxi los dejaba junto al acantilado de la cala de Binimel.la.
Al poco, los tres jubilados enfilaban la playa entre risas, pues la "isla del viento"  no les dejaba hincar la sombrilla. Los gorros volaban, volaba la arena...volaban sombrillas. Más risas. Los bañistas unos a otros se socorrían e iban reconstruyendo como podían el rincón del baño de cada cual.

Los tres alemanes, después del susto por el descontrol, se mantienen ahora sentaditos entre una amistosa y alegre charla...las vacaciones no hacen sino empezar.
 La sombrilla a su lado permanece  cerrada y sus hombros a resguardo del sol bajo las toallas.

miércoles, 8 de julio de 2015

Menorca, la casa

Tendida sobre la colina está la casa.
Discreta, extensa y blanca,
medio dormida calla.
 
Cercada de silencios toca el cielo,
mientras la tierra que la envuelve
genera vida mansamente.
 
Un pájaro en la rama canta.
 
Calla la casa sola mirado el infinito,
mientras los árboles
tocados por el viento hablan.
 
Guarda en su vientre
la historia impenetrable
de la isla.
 
Mis ojos al mirarla
allá a o lejos,
saben lo que ella
...sueña.


                                                    Mercadal  28.6.2015  Menorca

domingo, 26 de abril de 2015

Entre el cielo y la tierra, Carmina.

Vivimos entre cielo y tierra y así nos vamos. Nuestros pies en la tierra que somos y nuestra mente en el cielo, la dicha que siempre anhelamos. Venimos y nos vamos solos, pero hay gente, para mí privilegiada, que en vida supo vivir bien  la soledad que somos. No gente solitaria y huidiza, sino gente dichosa, precisamente porque se lleva bien consigo misma. Y ésta fue Carmina.

 Así pude sentirla en estos seis meses últimos en los que cayó enferma y ahora comprendo que ella fue un ejemplo para yo entender que vivimos entre  cielo y  tierra, porque desde el inicio ella supo enseñarme cómo llevaba su vida a solas con ella...y pude notar la paz y el confort que esto conlleva.

 Ayudada de todos, se mantuvo siempre consciente  a solas con ella misma. Ella era su vida y la dirigía entre cables de hospital, aparatos médicos, pruebas, resultados, gentes diversas y momentos muy duros, amargos.
En este tiempo  Carmina cuidó de Carmina, la respiración baja, la mano en el vientre atendiéndola, la amabilidad al recibirte, la prudencia en las palabras y esa contención ante todo lo que iba sucediendo. Nunca la vi llorar...más bien un gesto de impotencia a veces, un cansancio. Pero ahí estaba ella de nuevo, luchando, paso a paso, hasta el final. Resuelta.

La última tarde en la tierra, antes de subir al cielo, tarde de Resurrección, por cierto, aún me decía por señas cómo ayudarle a mover las piernas, estirarlas y encogerlas, y me pidió beber su leche y el cambio de postura. 
No dudo que eligió cuándo morir...lunes de Gloria,  porque como siempre   dijo "no tengo un pelo de tonta" Y es verdad.
Gracias Carmina.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Venezia

Desde que llegamos del viaje me vengo preguntado por que me he sentido especialmente identificada con esta ciudad y al fin hoy lo he sabido: Venezia es una partitura enorme del Barroco. Es música. El silencio de sus palacios dormidos junto al Gran Canal es un canto lírico.

Mientras contemplas las fachadas  calladas por el paso del tiempo...sientes las notas de una enorme partitura,  de  una sinfonía sublime, que imprime en lo profundo del alma un ritmo único por desconocido y nuevo.
 Vivaldi pasea en góndola bajo los pequeños puentes, discretos y recoletos, mientras tararea dichoso y divertido el aire majestuoso de su  último descubrimiento.

sábado, 31 de enero de 2015

Libre

Ayer viendo una peli sobre uno de los héroes escoceses, comprendí algo mejor el porqué me quedé prendada de esas tierras de Escocia este verano.
 
Y es que allí, antes esas laderas verticales de verde  espeso y áspero, entre esas dulces colinas altas, maternas y a la vez escabrosas, solitarias. En medio de esos páramos que bordean los lagos, plagados de helechos descomunales al pie de árboles mohosos con su verdor amarronado, llenos de líquenes los troncos hacia un cielo entre nuboso a ratos, despejado al poco, clareando un sol espléndido los menos, denso, diáfano, intenso, hermoso.
 
Allí sentí lo que inconscientemente iba dejando: mi vida libre en SFG. Esa guerra mía particular llena  también de ideales, en mi lucha íntima por educar y enseñar valores en medio de una tierra también hostil, viéndome sola y  batalladora a veces. Pero heroína yo, me sentí vigorosa, sincera y segura. Feliz en mi lucha...como el héroe que se mueve por su ideal y entrega su vida a él.
Allí fui libre, porque viví apasionadamente.
 
Y esto  rezuma  la Escocia que vi, aquella libertad en medio de la lucha, que ahora ya  contémporaliza...igual que en la enseñanza.
 
 Ahora aprendo  a vivir doblegada por las circunstancias, llevo heridas de guerra-  un ojo tocado en la batalla- estoy en la reserva, sobreviviente... aún romántica en este ir y venir entre el asfalto para lo que haga falta. Me aburro a ratos, otros suspiro y algo voy haciendo...y en lo profundo siento, siento pena de lo que se ha ido.

martes, 20 de enero de 2015

El Antílope y las leonas

..."Estamos soltando nuestras ideas centradas en el cerebro para vivir desde el corazón.
 Resulta difícil amar lo que ocurre, pero es precisamente por eso que ocurre, para aprenderlo a amar. La gran mayoría en cambio seguimos con la idea de cambiar el mundo y es irónico, porque mientras unos tratan de llevar esa dirección, el resto lo hace en dirección contraria. Muy pocos asumen la responsabilidad de tomar su vida como experiencia...dentro de ese mundo.
Cuando nos abrimos a esa posibilidad sentimos miedo y por eso nos cerramos, negamos incluso que podemos ser plenamente felices. Y es que tenemos una idea superficial de la felicidad: estar cómodo y a gusto, estar alegres...y la felicidad no es eso, sino SER.

 La Felicidad no es una emoción, sino la conciencia de ser. Algo muy profundo que se halla en la esencia de la existencia y no en lo fenomenológico. Los humanos no podemos comprender la felicidad que experimenta el antílope cuando es devorado por cinco leonas, porque lo que vemos es muerte y sufrimiento, pasando por alto los hilos de conciencia  que mueven la vida y la naturaleza.

La felicidad emana de nosotros, pues somos esa dicha profunda. Somos una de las puertas tras las que entra la felicidad al mundo. Nosotros somos eso.

El sufrimiento busca que lo suframos desde el corazón para convertirse en felicidad, pero lo tememos y no lo sufrimos. Lo rechazamos, tememos morir.
A mí no me interesa protegerme del sufrimiento y de la muerte para vivir así más, me interesa ser felicidad en este instante en el que estoy ahora viviendo, simplemente porque es lo que soy.

No existe defensa más poderosa contra el sufrimiento y la muerte que la felicidad y la vida, y ambas implican la total aceptación del sufrimiento y la muerte."

                       SALTAR AL VACÍO Sergi Torres. Ediciones. Presencia, 2014

sábado, 3 de enero de 2015

Año nuevo: existir

El otro día al escribiros me faltó el meollo del texto, que al fin ha sido regalo del año nuevo. La palabra clave es EXISTIR, y ahora lo explico:
¿Qué se descubre cuando todo se detiene, cuando te ves obligada por las circunstancias a hacer un parón monumental en tu vida? ¿qué queda al paso del tiempo?

Que existes y que además es  lo único fundamental.

Cuando se derrumba el personaje de profesora, de mujer libre que sabe disfrutar viviendo sola, cuando desaparece el lugar idílico frente a la costa deliciosa, cuando los amigos habituales, los referentes cotidianos, se alejan en el espacio...aparecen todos tus pensamientos poco a poco...aquéllos que los mantuvieron vivos y vas comprendiendo que fueron sólo eso, pensamientos, formas de hacer compañía a mi soledad, al miedo de existir que todos llevamos dentro (esto no quita el aprecio, sino que le da un valor más auténtico)

Entonces no hay otro remedio que ir a lo fundamental y vas descubriendo que existes, que puedes vivir despojada del tú con el que antes te identificabas. Interesante. Una ocasión perfecta para aclararte algo más...pues empiezas a poder notar que lo único que hay es vida que vives. Hay un espacio que sólo es existir y desde ahí poco a poco deshaces  los  pensamiento que has creído que eres.
 Empiezan los desapegos, las desdramatizaciones, el vuelo desde otro "aeropuerto" a ojo tuerto.
Curioso que cuando veo menos algo comprendo.
Empiezas a saber que no puedes juzgar, censurar ni exigir a nadie y menos a ti y que la paz tan hablada es dejar en paz y dejarte a ti.

La clave es existir, ser dichosa porque ahora, aquí, mientras  escribo, existo.