Hoy tengo la necesidad de deciros lo que siento:
Sentada frente al mar de mi estudio veo cómo se desliza en mi casa el otoño y siento que la vida es ese juego de estación a estación en un ciclo que genera a otro como algo imparable. Mientras veo agitarse el viento fuera...dulcemente aún, observo un mar rizado, que espolea pequeñas olas alrededor del faro. A lo lejos, todavía algún barco de verano, dinámico y juguetón, intenta aferrarse al buen tiempo...que indudablemente es ya un recuerdo pasado.
¡Qué bien se está en casa! pienso...y siento a la vez que somos muy afortunados.
Pues esto era lo que quería explicaros.
Caso cerrado.
lunes, 30 de septiembre de 2013
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