miércoles, 28 de abril de 2021

La quieta noche

Esta nueva realidad que vivimos da  lecciones y el respeto al silencio y  descanso de la noche es una de ellas, pues nos recuerda que no somos dueños de modelar la Madre Naturaleza, que diseñó la noche para la quietud y el amodorramiento tras los trajines del día.

La noche sin ruido que la despierte, sosegada, adquiere un sabor más auténtico. La ciudad así dormita, se rehace cada uno, se nos reestructura el mundo y el descanso es más profundo. 
¿Por qué robarle a la noche la preciosidad del tiempo? 

Es muy sutil el dominio de la cultura sobre el individuo y más  la necesidad creada de sentirse libre deslizándose en la noche sin tiempo aparente en fiestas, reuniones, eventos y celebraciones. La naturaleza da su luz del día para todo eso y la Tierra merece el descanso nocturno lumínico. 
Bajemos horarios, cenemos antes, salgamos, disfrutemos luego del arte, la cultura, los encuentros y antes de doblar el día estemos en casa de nuevo...dejando un espacio largo, oscuro, silencioso...donde todo se detiene para empezarlo de nuevo.

Más de veinte años sola frente al mar en mi pequeño estudio en un pueblo abalan lo que estoy diciendo.