Cuando entro sin más en esta sensación tan plácida, me parece jugoso este estar vivo... querer a quien yo quiero y tener cuanto tengo y he tenido. Todo cuadra tal cual es...yo, vosotros y el mundo. No echo nada en falta, a nadie, pues todo está ocupando su lugar en este corazón, ahora dichoso, agradecido.
Pasa la dicha como vuelan las nubes en el cielo, raudas, esponjosas y a ratos grises...pero otro día sin saberlo, vuelve. Atrápala gozosa en ese instante-como éste en que ahora os escribo- y déjala partir sin aferrarte a ella... luego.