jueves, 20 de abril de 2017

Caida

Te caes y de golpe la realidad pura y dura entra en tu vida. Siempre ha estado ahí, otras veces la has vivido, pero tus sueños la han ido diluyendo. Construimos mundos amables, nos relacionamos desde el aprecio o cariño, soñamos sueños de amor que nos den cobijo. Vamos así de alguna forma juntos protegiéndonos.

Pero te caes y en ese instante eres totalmente consciente de  la realidad real sin miramientos; despiertas de golpe del sueño y te sabes sola y  pequeña, indefensa, dolida y tirada en el suelo. Es un segundo. Soñabas hace un momento, alada y airosa, animándote a seguir con pie seguro la ruta de tu camino. En él están los tuyos formando parte del grueso de tus sueños.

Somos solos y al caer esa verdad te deja contra el suelo. Pero te alzas -cuántas veces ya lo has hecho-  te recompones peluca y postizos, coges del alma los pedazos bien chicos y pides un taxi, mientras la sangre cálida rezuma desde la herida abierta de tu cuerpo.

Lentamente asumes tu papel de nuevo, aunque maltrecho,  y rehaces los datos de tu personalidad, aquello que te ha definido para no sentirte demasiado lejos o perdido. Te reafirmas así nada más llegar al hospital con tu carnet de identidad. Eres de nuevo.

Te fichan y esperas como un saco pesado entre otros muchos sacos que en silencio aguardan a ser también nombrados, recompuestos...y  al oir tu nombre e iniciar la cura, sabes que poco a poco te reharás del susto y su amargura, que poco a poco el dolor remitirá y que podrás volver a ser aquélla  con la que hilabas sueño de amor  y que es básico seguir haciéndolo.
Pero sabes también que ya nunca más serán lo mismo.

Sabes, por fin, que el golpe era salvífico, necesario y a la vez auténtico.
Y agradeces  esta oportunidad única de entrar en uno mismo y deshacer tus sueños.


lunes, 10 de abril de 2017

LA MAGIA

Acabo de ver por internet el último capítulo de la serie El Crac de tv3. La dirige y es guionista Joel Joan. Este actor ya me enamoró con su famoso Plats Bruts, que creó escuela, pero ahora  ha llegado a su madurez  creativa.
Siempre con su humor histriónico y exagerado, tremendamente expresivo, llevado al límite siguiendo la línea genial del cine mudo americano, ha sabido con El Crac adentrarnos en una profundísima visión del mundo actual, sobrepasando las fronteras de lo particular simplemente anecdótico.

Aquí no nos cuenta una historia, sino que ésta es un pretexto perfectamente trazado y divertidísimo,  por lo chocante e imaginativo,  para adentrarnos -y no me es fácil sintetizarlo- en verdades  del tamaño de una visión natural, dinámica y desdramatizada,  del mal visto egoísmo, que es la fuerza angular de la serie y del que participan todos los personajes masculinos, dato curioso y que agradezco. Pero este ego se da como resultado de un mundo caótico y complejo, y por lo tanto no es condenable. No hay juicio de valor alguno y el argumento transcurre sin peso, siendo a la vez muy profundo. Temas clásicos como la soledad del ser o la relación de pareja son tratados desde un sentimiento real y muy humano, pero siguen siendo solamente de apoyo argumental, no esenciales. La esencia es vivir a pesar de todo y de todos. Amar la vida y seguir.

Otro dato a resaltar es que nadie en la serie deja de ser como es ni lucha por salir de ello; dialogan, comunican, se excusan. Sencillamente, una vez metida la pata y por muy grave que ésta sea, se disculpan ante sus errores y siguen adelante "moviendo el camino" frase con la que acaba la obra.

No se dan estereotipos o idealizaciones...cosa muy saludable, sino que la amistad es en gran parte egoísta  y no pasa nada, el amor también lo es y tampoco es deleznable ni condenable. Los personajes se salvan, viven, disfrutan y sufren.  Y lo más curioso de todo es que  subyace un canto al amor incluso de tipo algo sentimental -otro guiño al humor-  que en la obra funciona y te resulta certero... pero un amor sin subterfugios, simple, producto de la vida que todos sabemos.

Joel Joan mezcla como ninguno lo inaudito del caos con la profunda frescura de este vivir caótico nuestro...y a la vez te transmite la certeza de que por encima de todo nuestro vivir es precioso y es lo único que en realidad tenemos.
 Esta serie  es una gran metáfora que te hinca los pies en el suelo: aquí, ahora...



y ahorra fuerza viviendo al momento.