lunes, 19 de mayo de 2014

El CUERPO EN LA MUJER

Vengo de un curso de dos meses de la DANZA DEL VIENTRE,  y como cada día que bailo me siento realmente libre y con ganas de tragarme el mundo. Fuerte y centrada a un tiempo.

La fuerza de esta danza que mueve constantemente el bajo vientre, que agita los pechos, que gira cintura y aletea los brazos...acabando en unas manos que vuelan como los pájaros, mientras las piernas movilizan todo el cuerpo ...enamora al más pintado.
No se baila bien o mal, sencillamente se siente un ritmo, unos pasos,  un movimiento dulce y a la vez muy rítmico, armonioso y al mismo tiempo diabólico.
Todo esto saca lo más bello de tu  cuerpo, ese encantamiento olvidado a lo largo de años  de reducir a la mujer a esposa, madre, trabajadora o  profesional dentro de la intelectualidad ahora dominante. Es otro mundo, que se nos robó  hace ya muchos años. El mundo de la gracia y el donaire, del atrevimiento y la chispa, de la expresión voluptuosa, de la sensualidad cercana a lo erótico. El mundo de sentir tu cuerpo libre de prejuicios, de normas y moralinas.

Se nos negó  la posibilidad de gozarnos...aunque aquí estamos ¡bailando y no hay quien nos pare!