lunes, 19 de junio de 2023

Con lo que hay

Andaba yo hoy quejosa y enfadada de alguna forma sutil y muy callada con mi vida, sin poder ver así la gracia y el donaire de estar por este mundo aún viva y  dando guerra.
Y es que hoy quería yo otra cosa diferente de lo que como siempre había. 
Y no veía. 
 Tristona y pesarosa me quejaba y resistía. 
Todo es poco cuando estás así perdida...distraída.  Quieres más,  quieres aquello que ni sabes qué es y tiras, tiras como un peso de tu vida.
.................
Hasta que algo se abre en ti y la mente comprende que todo cuanto hay -y es mucho- es suficiente,  rico, alegre y valioso. Que no precisas más, que incluso sobra...que todo cuanto va contigo ésa es tu vida... y que es bella tal cual, con todas sus carencias.

Pero ¿cómo se llega a esto, así,  sin más?
No buscando, no queriendo o deseando y quedándote con lo que hay bien quieta, agarradita a tu verdad, a tu sentir; sea el que sea ahí está, ésa es tu vida.

Que pase el tiempo,  los días a su amor e irlo viviendo...sin más,  más bien con menos.

Reconocer la vida que tenemos calma, acalla pensamientos tontos y sobre todo nos da un buen tono para seguir tranquilos existiendo. 

sábado, 10 de junio de 2023

Lo diminuto

La vida transcurre entre lo diminuto y microscópico, tan simple como un segundo. Nada es ajeno a este fluir constante salvo una misma, que vive inmersa en la construcción diaria de  valores que la sociedad actual adora: rapidez y eficacia, moverse de un lado a otro, no parar, estar informado, hablar varios idiomas, relacionarse a más y mejor incluso sin conocerse y sobre todo divertirse y disfrutar, pero mucho, y  pasarlo lo mejor posible.

Así visto, esta vida supone una carrera desenfrenada hacia no sabes donde, cosa que en el fondo no llena y aún menos tranquiliza. El malhumor, la ansiedad, el tono agresivo, la falta de gracia y de humanidad están servidos, llegando a parecer normales porque se dan habitualmente. 

Pero la vida real, no la que nos vende o impone este sistema actual, transcurre en otra dimensión más diminuta, más personal y sobre todo mucho menos acumulativa y alterada. Para conocerla necesitamos dedicarle tiempo a solas o en buena compañía.
Necesitamos transformar palabras como aburrimiento o soledad en otras más creativas como silencio o comunicación con una misma...con lo simple y diminuto de este ir pasito a paso por la vida.