domingo, 15 de noviembre de 2009

Jardín de la Tamarita,
que mi amado me enseñó,
eres la imagen viviente
de cómo siente el amor.
Hondo, de espacios serenos,
amplio, de suave frescor,
con las sombras del camino,
que la vida nos trazó.
Jardín de la Tamarita,
¡qué dentro te llevo yo!,
me cubres con tus Tesoros,
que guardo en el corazón.
¡Qué cerca de ti se sienten,
los que escuchamos tu voz!.
Jardín de fuentes calladas,
Jardín de mi devoción.

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