lunes, 14 de marzo de 2011

VIVERE PARVO


Esta semana pasada estuvimos en Francia, St Gaudens, aprendiendo las claves de la cocina macrobiótica, sencilla pero muy profunda.

Se basa en la Filosofía Oriental del yin y el yang y busca un equilibrio entre ambos afirmando que el ser humano es el último eslabón del continuum de lo vivo y que como tal ha de vivir en armonía con todo para sentir la calma y llegar a la propia paz.

Los cereales son la base alimenticia, acompañados siempre de verduras y en menor proporción de legumbres. Se evita la comida industrial, refinada, y totalmente la comida de diseño, que busca el impacto de los sentidos para regresar a un comer sencillo, ameno y discreto, PARVO o humilde, como niño chico que entra sin pensar en los deleites naturales del Reino de los Cielos.


Si a esto añadimos la certeza de que somos en gran medida lo que comemos... se hace una más responsable de la salud de su mente y de su cuerpo.

3 comentarios:

  1. Comparto contigo todo lo que dices...
    La persona que lo ha practicado sabe del beneficio, en todos los sentidos, de esta alimentación, que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, haciéndonos conscientes de nuestra transcendencia.

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  2. Cara Isabelilla:

    Cualquier motivo es bueno para valorar lo que tenemos y todo cuanto nos sobra. Empezar por la comida debería ser una de nuestras piedras angulares pero, por desgracia, vivimos demasiado deprisa como para tomar conciencia.
    Me alegra que compartas con nosotros esos momentos de claridad y de "cerealidad".
    Besos

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  3. Es bueno hacer de vez en cuando una pequeña incursión hacia lo esencial, constatar hacia que dirección estamos yendo y corregir nuestro rumbo si es preciso. Comer, un gesto tan anodino, tan cotidiano, y a la vez tan impregnado de nuestras tentaciones, 'vicios', resistencias y limitaciones. Tentaciones que muchos conocemos y pocos controlamos. Una via directa a la salud que todos podemos seguir y que tan pocos escogemos. Preferimos quemarnos en los placeres del paladar y las contingencias del momento. Paradojas de lo humano... Está bien recordarlo, y una vez más volver a situarnos... o no. Rosa L

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