
y como homenaje se aparecen en mi imaginación aquellas antiguas sirenas, nostálgicas...ya casi perdidas en la memoria de los del lugar...que divagan distraídos en la técnica.
Pero ahí está ella, tendida indolente en la roca, observadora del mar, de su grandeza, mientras la fuerza cegadora de una luz inmensa se le acerca...
Sirenas de otros mundos, oigo vuestros cantos y el resto se aleja.