Nueva estación, última del año ya...se van acortando los días y las mañanas son frescas, dinámicas, todo se prepara para un nuevo cambio de ritmo más hacia dentro, menos externo, más íntimo.
Para eso no hay nada como alimentar el cuerpo de sencillos platos caseros, que certifican la vuelta al hogar después del periplo veraniego. Una forma más de quedarte en casa degustando la dulce tranquilidad...mientras en el fuego se van forjando los alimentos.
La Macrobiótica nos recuerda la importancia de acompasar nuesto cuerpo al ritmo del Universo, platos sencillos y nutritivos, el cereal en el centro, verduras y legumbres de acompañamiento.
El VIVERE PARVO toma de nuevo aliento.
Muy querida Pandorilla:
ResponderEliminarLas fotos son prometedoras, aunque para estómagos -como el mío- acostumbrados a la cantidad y a la calidad, se me hace un poco ascética la visión de tan contenida comida.
Ciertamente el masticar es lo que tiene: terminas saciado de menear la mandíbula, aunque no haya qué rumiar.
En fin, si alguna vez me reencarno en algo que merezca la pena, te prometo que me haré "microbiótico" como tú. De momento me conformaré con mover con la mayor gracia posible esta barriguilla que me precede.
Un abrazo