
Hoy me lanzo en tumba abierta, pues quiero compartir parte de la especial belleza que me rodea... y os muestro mi pequeño hogar, donde me refugio este otoño mientras el viento trina fuera contra la playa. Amaneció lluvioso, cerrado y gris, espectacular por su potencia, la tarde tiró de las olas arriba y abajo hasta que la noche, mansa y callada, llegó perfecta con su luna llena. Dentro de mi "cabaña" las velas daban un tono de amor y armonía que teñía de belleza cuanto cansada y dichosa veía.