lunes, 30 de septiembre de 2013

Ya en octubre...

Hoy tengo la necesidad de deciros lo que siento:
 Sentada frente al mar de mi estudio veo cómo  se desliza en mi casa el otoño y siento que la vida es ese juego de estación a estación en un ciclo que  genera a otro como algo imparable. Mientras veo agitarse el viento fuera...dulcemente aún, observo un mar rizado, que espolea pequeñas olas alrededor del faro. A lo lejos,  todavía algún barco de verano, dinámico y juguetón, intenta aferrarse al  buen tiempo...que indudablemente es ya un recuerdo pasado.
¡Qué bien se está en casa! pienso...y siento a la vez que somos muy afortunados.
Pues esto era lo que quería explicaros.
Caso cerrado.

3 comentarios:

  1. De mar a mar te mando un abrazo. En el Atlántico norte disfrutamos de un veranillo del membrillo suave y tímido pero agradable. Los barquitos que pasan por delante de mi casa son seguramenrte los mismos que viste en tu visita a Amsterdam... Los turistas. Que ya no son cíclicos y estacionales aquí sino perennes, inacabables, perpetuos.
    Y sí, la casa es el mejor refugio y un faro inmejorable para otear cursos, estaciones, lapsos.
    Buena singladura de curso.

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  2. Querida Pandorilla:
    Bonita suerte la tuya: la de contemplar el mar. Para los del interior profundo y casi desértico, la sola mención del mar estimula los genes más primigenios y si no fuera por esta piel, ya bastante reseca, creo que saldrían todos corriendo de la mano a visitarte en tu mar y en tu playa, donde se refugian las imágenes bellas y donde se nos sugiere el abrazo primordial.
    ¡Qué suerte la tuya! Nosotros en estos momentos nos debatimos entre derretirnos bajo el calor húmedo y asfixiante de los treinta y tres grados que tenemos o escapar a nuestras piscinas y clubes a poner en remojo nuestras carnes, que algún día fueron prietas, que hoy se desparraman inmisericordemente a lo largo de los metros de agua clorada. Nada que ver con lo que tú ves.
    Abrazos fuertes y otoñales

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  3. Estoy con Andrés en lo del calor húmedo y agobiante. El verano se niega a abandonarnos y mi sensación no es la del frescor del otoño sino todo lo contrario, el asfalto arde!!!!

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