martes, 4 de marzo de 2014

Siempre nos quedará París

París para mí es un río y en él un barco pilotado por Notre Dame, su eje y su núcleo.
A partir de ahí miro el cielo azul intenso tras la lluvia y enmarco edificios rectilíneos, perfectos, coronados de nubes espumosas con fondo de cornisas entre árboles de troncos aún húmedos, oscuros, casi efímeros.
París  son puentes que acercan cafés repletos, donde la gente en una mesa mínima, rodeada de sillas trenzadas como en un jardín muy bello... se explican la vida como en otros tiempos.
 París es la elegancia en el mínimo gesto. De esta ciudad me enamora la fuerza cultural que la mantuvo siendo el centro del mundo.
Chic, coqueta, entretenida mirándose su ombligo, París tiene el encanto de la mujer que mira sin delatar su sentimiento.
 Desgarrada y perdida, decadente, oscura y a la vez un astro de luz que te deja perplejo.
París es París; me rindo.

2 comentarios:

  1. Querida Pandorilla:
    En esto de París me ganas por goleada. Todavía no he viajado a París.
    Debe de ser la pereza, porque medios hay a mi alcance, pero es que me da mucha pereza el escaparme un fin de semana a patear y a gastar.
    Tenemos amigos que no hacen más que tentarnos con la visita, con las posibilidades, con la belleza y con su sabiduría, pero de momento vamos declinando las invitaciones.
    Pero me alegra ver tus fotos, porque me sitúan de otro modo diferente al que lo hace la publicidad y las postales.
    Me alegro de que lo hayáis pasado maravillosamente.
    Besos y abrazos

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  2. Aunque ya te dije que Paris no es una ciudad que me entusiasme, me alegro de que te haya gustado y la hayas disfrutado. Quizás yo lo vea desde otra prespectiva. Soy una enamorada del Sudeste asiático y aunque no quiero pecar de pedante, después de haber viajado mucho, Paris no me dice nada, pero como dice Andrés, me alegro de que lo hayais pasado bien, que en definitiva es de lo que se trata.
    Besitos, Pandorilla

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