martes, 20 de septiembre de 2016

La sombra como reflexión

Todos conocemos gente amiga o incluso familia,  que a su paso por nuestra vida ha instalado la distancia  al sentirse herido por nosotros.
 Años compartidos, momentos agradables, amorosos, ayuda mutua, valoraciones varias, un cariño compartido, alegrías durante los años juntos no han sido suficientes como para frenar esa brecha, que en un momento dado lo invade todo y penetra en el alma como una sombra.
El corazón así se oscurece y pide tiempo, espacio.

Reflexiono sobre la luz que toda sombra tiene, sino no existiría, y me pregunto cómo entre gente que se quiere puede llegarse a esa situación de silencio amargo. Justo a quien queremos lo apartamos, de quien estamos unidos huimos, nos distanciamos.

Bien curioso...luchamos contra nosotros mismos.

Mi experiencia me dice que el amor -si lo hubo-  permanece pase lo que pase. La luz está. Somos nosotros los que nos posicionamos armados de juicios y razones para taparla y así ir más cómodos sufriendo menos.
Y nos  lo creemos, creemos que el otro nos ha dolido, ha errado, no se ha portado bien con nosotros.
En realidad habría que preguntarse a uno mismo el porqué me duele esto o aquello y concretamente con éste o aquél,  para ir así desentrañando nuestra maraña emocional poco a poco.

No son los otros los que nos duelen, sino el dolor que ocultamos dentro.


Antonio de Requena, acuarelista.

1 comentario: