lunes, 15 de marzo de 2010

Nevada descomunal del 8 de marzo 2010


Una semana después aún nos encontramos nieve por la sierra de Collserola en Barcelona. Los caminos, carreteras, rincones y recodos, están sembrados de árboles y arbustos caídos, el bosque es una maraña difícil de caminar, y más triste aún de ver.

Cada cual guarda la experiencia de su odisea el día de la nevada, para muchos desagradable. Este invierno se despide con una contundencia inusitada, difícil de olvidar, y en el aire una pregunta:


¿Esto irá a más en la próxima temporada?.


Hoy en día tenemos la constatación de que vivimos en exceso dependientes de la electricidad, en mi pueblo de la costa han pasado seis días sin ella...y la inactividad fue total, vida fantasmal, llena de incongruencias.


Este crecimiento rápido en estos últimos quince años no ha hecho sino alejarnos de la naturaleza, y de alguna manera ella nos pasa cuentas.


Ahora todos son denuncias a los entes públicos, totalmente de acuerdo, pero a la hora de consumir y de agotar los recursos del planeta, provocando este desequilibrio ambiental... no hay quien nos detenga, falta conciencia.


Somos como conejillos de indias, caemos en las trampas del sistema con gran facilidad, irracionales, no preveemos lo que pueda pasar, vivimos sin pensar un poco más allá...y así nos va.

Es más fácil creernos incapaces de frenar este desarrollo desequilibrado, y quejarnos luego, cuando ya todo ha pasado.


A esto sólo añadamos la escasez de valores con que esta sociedad cuenta, cosa que la penuria de la escuela actual refleja.


Sinceramente , yo no creo que estemos preparados para lo que venga...aunque el ser humano tiene una capacidad de respuesta y un potencial...que nos puede dar más de una grata sorpresa.

No perdamos, pues, del todo la paciencia.

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