Llega el verano y yo concluyo de alguna forma un proceso que se inició a finales de octubre pasado. Mañana me intervienen al fin el ojo después de meses de un camino lento y trabajoso, pero necesario.
Es como si el sol con su luz cegadora, al rozar estos días la Tierra, purificase mi alma y mi cuerpo llevándome MI VIDA más y más adentro, allí donde anidan los grandes misterios... o como si mi ojo se acercase a ver lo "sin nombre" dentro de lo oscuro... en otros silencios, en otros espacios más íntimos.
Algo se abre, algo se cura, algo madura y cae por su peso.
La Literatura, al fin de cuentas, aquello que medio inventamos explicando lo que no sabemos, ha descrito el mundo y lo desconocido. De ella vivimos y es más divertido.
¡Yo desdramatizo, mientras me cobijo!
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Todo va a ir bien y vas a ver toda esa belleza que nos describes en este blog maravilloso
ResponderEliminarQuerida Pandorilla:
ResponderEliminarSoy un enamorado del verano. ¡Qué gusto ver su proximidad! ¡Qué gusto dejarse sumergir en él!
Sueño con el Moncayo y con el maravilloso tiempo libre que se me promete.
Sueño con los olores y fragancias de los espliegos, las retamas, las lavandas y los tomillos y romeros.
Sueño con la brisa vespertina bajo los pinos enderezados y tensos hacia el cielo, enormes y humildes.
Sueño con las conversaciones largas y el calor del diálogo.
Sueño con los vinos de mi bodega que se abren y comparten en eternas comidas, sobremesas y aperitivos, sin que nada impida que la conversación gire y derive adonde quieran los tertulianos.
Sueño con la ausencia de prisas y la amplitud de la amistad.
Estoy seguro de que tu ojito mejorará, porque has mirado a donde tenías que mirar y ahora, la vida sigue.
Todo lo demás se nos dará por añadidura.
Os deseo a las dos un buen verano y unas espléndidas vacaciones.
Abrazos frescos y amistosos