Vivimos entre cielo y tierra y así nos vamos. Nuestros pies en la tierra que somos y nuestra mente en el cielo, la dicha que siempre anhelamos. Venimos y nos vamos solos, pero hay gente, para mí privilegiada, que en vida supo vivir bien la soledad que somos. No gente solitaria y huidiza, sino gente dichosa, precisamente porque se lleva bien consigo misma. Y ésta fue Carmina.
Así pude sentirla en estos seis meses últimos en los que cayó enferma y ahora comprendo que ella fue un ejemplo para yo entender que vivimos entre cielo y tierra, porque desde el inicio ella supo enseñarme cómo llevaba su vida a solas con ella...y pude notar la paz y el confort que esto conlleva.
Ayudada de todos, se mantuvo siempre consciente a solas con ella misma. Ella era su vida y la dirigía entre cables de hospital, aparatos médicos, pruebas, resultados, gentes diversas y momentos muy duros, amargos.
En este tiempo Carmina cuidó de Carmina, la respiración baja, la mano en el vientre atendiéndola, la amabilidad al recibirte, la prudencia en las palabras y esa contención ante todo lo que iba sucediendo. Nunca la vi llorar...más bien un gesto de impotencia a veces, un cansancio. Pero ahí estaba ella de nuevo, luchando, paso a paso, hasta el final. Resuelta.
La última tarde en la tierra, antes de subir al cielo, tarde de Resurrección, por cierto, aún me decía por señas cómo ayudarle a mover las piernas, estirarlas y encogerlas, y me pidió beber su leche y el cambio de postura.
No dudo que eligió cuándo morir...lunes de Gloria, porque como siempre dijo "no tengo un pelo de tonta" Y es verdad.
Gracias Carmina.
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Querida Pandorilla:
ResponderEliminarTierna y desde el corazón tu conmemoración y tu recuerdo, profunda tu reflexión.
Abrazos fuertes
Es verdad, venimos sólos y nos vamos sólos y mientras tanto, vivimos entre el cielo y la tierra. Somos una ínfima parte de energía en ese universo inmenso.
ResponderEliminarBesitooosss
¿Qué te puedo decir, Isabel? Que hay mucho amor, mucha ternura en tus palabras y eso es lo que cuenta. Un beso.
ResponderEliminarCertament una reflexió molt tendra i molt bonica. M'ha agradat poder-la llegir.
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