viernes, 14 de diciembre de 2018

Lo efímero y diminuto

En invierno el hogar parece concentrarse alrededor de lo efímero del tiempo al acercarse un Año Nuevo.
Las cosas y los hechos que ya fueron se alejan suavemente de nosotros, dejando atrás el ruido y la matraca que nos dieron.
El hogar se aquieta y emerge con dulzura el valor de lo pequeño y diminuto, simbolizado en un Belén con sus luces alegres de colores y esos seres de antaño caminando entre ovejas, cerdos, gallinas, que pululan libres en medio del campo. Montañas, el río. ..las casas, cobijando en la noche a una familia que improvisó  su hogar lo mejor que puedo ...igual que nosotros creamos el nuestro en su momento.
El Belén de lo chico y pasajero,  que nos empuja tiernamente  como a niños sin saberlo...¿hacia dónde? Hacia lo mejor de uno mismo.
Y es que es ahí, donde algo tan nimio te ayuda a sentirte en paz contigo y con el mundo.
Y si lo vas a pensar... un Belén guarda la esencia de lo mejor que siempre en el fondo, los humanos fuimos.

4 comentarios:

  1. Dicen que Francisco de Asís creó los primeros belenes para poder ver con los ojos del cuerpo las estrecheces por las que a veces pasa el espíritu; concretamente las del “hijo de Dios”, luego también confirmadas en su muerte. Yo no sé qué queda de todo ello... Me quedo con tu idea del recogimiento, que me parece certera. Ahora, a cantar villancicos, que también tienen su cosa.

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    1. ...lo efímero del tiempo y la esencia que guarda lo diminuto como el Belen. Nada más y mucho menos conceptual.

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  2. Un Pessebre molt càlid! I sobre Sant Francesc no tenia ni idea del què diu el teu amic, però un any vaig estar per Nadal al poblet d’Assís i em va semblar preciós com mantenen la tradició, de fet tot el poble té un aire especial.

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  3. Bé. Aquí no parlo de conceptes ni idees...el meu amic en té tendència i amb fonament...Però jo us parlo de l ànima humana que el Pessebre guarda sempre.

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