Dormir del lado izquierdo con rulos era un suplicio, pero fue la solución para dulcificar su imagen...el pelo ondulado sobre los hombros le daba un halo lánguido que suavizaba ese carácter suyo a ratos bizarro y un poco autoritario. Pufff, ¡tanto luchar para acabar clavada en rulos toda la noche!
La Colau agarró la capa negra por bata y se fue directa al baño dando un traspiés descomunal con un juguete que su bebé había tirado. La capa al notar el brío se activó de golpe...succionada y hecha un cohete enfiló la copa de los árboles a través de la ventana abierta; y ya tenemos alcaldesa volando en pijama por los aires descubriendo in situ el cielo de la ciudad.
Rulos de colores caían sobre las plazas y árboles, mientras unos chavales de juerga tomaban por cubitos de hielo pequeños rulos azules. ¡Ah, qué bien; al fin sola controlando desde lo alto Barcelona!
Una Colau imponente y poderosa recorría los barrios en polvorosa; a base de dar vueltas y más vueltas de pronto se hizo la luz: ¡Eso es esta capa... rapidez y eficacia. Fuera semáforos...vía libre! ¡El coche al carajo. La mitad de usuarios volando!
El hallazgo fue tan descomunal que el pelo se le encrespó de golpe como impulsado por una corriente eléctrica. De la emoción se erizó... ¡¿y qué!? ¡al cuerno con los rulos! Ella liberaría su ciudad de polución ambiental. Sí, capas como ésta para todos. Capas, capas, muchas capas y el parque móvil se reduciría a la mitad en poco tiempo.
Y lo más importante, Barcelona sería pionera. Barcelona innovadora, Barcelona única, europea, diferente y transgresora. ..¡Barcelona nuevamente poderosa! El sello de marca regresaba tras la pandemia...y aún mejor ¡Barcelona ganaría al Real Madrid -vaya, los nervios- la alcaldesa rectificó ese pensamiento: Barcelona ganando a Madrid en esa lucha sin fin. De nuevo el triunfo humillaba al adversario. Salivaba de gusto al pensarlo.
A su paso, algunos vecinos miraban el cielo espantados; en lo oscuro de la noche un animal alado, bruja sin escoba o cohete sanjuanero, giraba y giraba sin rumbo, mientras iban lloviendo... pelos?!!!
Calva como una pelota su cabeza seguía programando, visualizando un futuro soñando. Ajena a tamaño cataclismo personal, su fuerza mental- ese ahínco vital tan de su estilo- creó de la nada y en un plis-plas una melena de leona absoluta, que sin preliminares sustituyó de golpe al esquivo erizo de antes. Totalmente hechizada de ella misma, transmutada en su imagen deseada, ahuecó eufórica su capa pudiendo así derrapar con una agilidad inaudita en el alfeizar blanquecino de su ventana. Desde allí, y dando un salto casi del Tigre por lo alto y arriesgado, pudo aterrizar directamente en la cama, mientras su marido medio dormido le hablaba: querida, apaga la luz del baño, luego llega la factura.
¡Ah, cómo es la lucha diaria! Volvemos a la rutina -pensaba mientras su hada, ella seguro tenía - dobló la capa en la silla.
Barcelona "encapotada" sin saberlo...despertaba.
(continuará )
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