jueves, 7 de agosto de 2025

sota l'arbre del Tordera

Aquest ès l únic lloc on em surt escriure en català al meu Blog.
 Quan hi sóc a aquest poble que mira el Montseny, em sento molt arrelada a la terra i la soledat que aquí visc és simplement per sentir-la. 
No necessito la gent, parlar em distreuria; un hola, un adéu, una amabilitat o un somriure, algun petit comentari al pas... són suficient. No cal més,  perquè ser-hi a St Esteve de Palautordera em dóna això, un parlar plàcidament amb mi  notant la bona companyia.

Havent dinat a un petit bar he passat pel camí de sempre...ningú i molt de sol envoltat d ombres d' agost; es movia un xic de vent, el verd del prat era crescut, vibrant. Sense pensar m'he deixat anar estesa a terra, el Montseny al clatell, sota una alzina enorme, vella i negra.

Quan puc ser jo mateixa no necessito res, no busco, no espero...oblido; tot esdevé molt simple i ple de llum.
Avui he pensat que ser adult seria això, nudrir-se amb el que més t' estimes: la teva vida. 

miércoles, 18 de junio de 2025

Galdana

Salgo del agua, miro la cala...circular, casi redonda, llena de gente entre sus extremos  rocosos...noto la quietud entre el gentío, la dulce satisfacción del agua por el baño recibido, el gusto del estar aquí  ahora tendido a este sol con estos brillos...recuerdo a Galdana en el invierno, espléndida  y azotada por el viento...grises alados de azul marino.

Imagino la cala como  una mujer  que abraza a todo el mundo, tal sea o tal hable...acogedora, noble de alma, humana y  amigable.
Y siento que en un mundo agitado como éste Galdana sigue su curso con un hacer que une a seres inconscientes, gozosos y desconocidos, que buscan ser felices. 

De regreso a casa escribo esto... con un corazón agradecido.

viernes, 14 de febrero de 2025

Sigo mis pasos...

Esta Navidad pasada  me invita a seguir mis pasos en este Nuevo Año.
 Miro el Belén que sigue en nuestra habitación plantado, lleno de gente y a la vez callado,  iluminado con una simple vela, que cada atardecer enciendo y la dejó ahí tranquila mientras se va apagando.
Cierro los ojos  y cual larga soy  me estiro hacía atrás en la cama donde estoy  sentada, miro el Belén y noto mi respiración, que sin saberlo va cogiendo espacio...amplia mi pecho y me mueve el vientre relajándolo. 
Respiro el aire y lo voy soltando...los pensamientos ceden, caen, sueltan el hilo argumental en el que están atados. 
Así me quedo un rato...el tiempo se diluye y va pasando. La mente descansa, se esponja, mientras mi cerebro aprende nuevos caminos por donde ir pasando. No hay amenazas ya, se han aquietado...y una  dicha simple me va tomando. Nada importa ahí. Estoy y estamos.

Cuando abro los ojos, veo que el Belén destila dulzor y encanto. Soy yo, que sigo sin esfuerzo el ritmo de mis pasos.