miércoles, 27 de mayo de 2020

Entrega 3- Un plan suicida.

Toparse de golpe con Gaudí descuajaringó  al grupo suicida y en caída libre desde la torre algunos olvidaron atar bien su capa  dando lugar a empujones, gritos de auxilio, rezos, blasfemias -dado el lugar- y sobre todo apretones efusivos del chico del tercero  con la chica top del sexto...era el momento de pasar al fin  al loco desenfreno; revueltos en sus capas deshechas al viento cual sábanas de lecho lujurioso y obsesivo aceleraron  su deseo sobrepasando con creces la velocidad de descenso.
Gaudí desde arriba rezaba por tanto pecador suelto.

Y oh milagro! En un plis-plas aquí te pillo, aquí te mato, se reencontraron todos en un terrado vecinal al paso...el mar al fondo invitaba a un baño.
 Se miraron aturdidos...¡todo había cambiado tanto! La ciudad sin ruido, el aire limpio, los pájaros, las gaviotas dichosas planeando, el sol más dulce,  edificios silenciosos, ciudadanos en sus casas y no sorteando el tráfico. ..una vida discreta se había abierto paso, la vida de hacía años,  cuando moverse era despacio   y la charla fluía sin tiempo acotado. 
Se miraron comprendiendo...eran locos rematados buscando volar en un mundo cifrado.

Agrupados en cuclillas...la mirada perdida...escuchaban a su líder de entresuelo que con fuerza soltaba:
 -Jovencitos, esto va en serio...-lo miraron aterrados- Tengo un plan- y tiró de sus tirantes tensando el arco hasta los dientes.
Trepidaron y el vértigo de nuevo se adueñó de los estómagos. Literalmente se desinflaron; la capa hecha un gurruño en el suelo del terrado parecía un alma en pena hecha pedazos....porque una vueltecita con ensayo previo sí, poca broma ¡habían volado! pero planificar...tener un plan ....eso era demasiado. 
- Pero ¡si es que  estamos confinados! -bramó la mujer del séptimo sacando pecho turgente cual gallo desesperado bajo su blusita a cuadros.
Todos se arremolinaron saliendo de su letargo.
- Tengo un plan -repitió- y además va para largo -remachó el capo.
Aturdidos y apremiados todos a una espetaron:
 -¡¡¿¿cuál??!! - algunos se desquitaron gritando desesperados; eran pijos, no atontados.
-Vaciar Barcelona de coches- y ante el estupor general, le vino la vena materna al mister "fer negoci, cony...fer negoci!!!" -el tirantazo esta vez fue tal que latigó el espacio.

El futuro estaba claro. El grupo se vino arriba y enfundados en sus capas salió chutando aún más alto.



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