lunes, 28 de septiembre de 2009


Sigue la Tierra su ritmo y nosotros dentro de él, se van cerrando los días y de nuevo el hogar nos acoge después de unos meses de trotar por ahí afuera, expandiéndonos, mientras buscábamos cada cual sabe el qué.

Inicia lentamente el Otoño un tiempo de quietud, disminuye la intensidad de luz y la Tierra se tiñe de ocres y tonos marrones, nos entrega discreta sus frutos envuelta en nubes, en nieblas, regada de lluvias...: uvas, setas, moras, piñones, castañas...se mezclan en los claros del bosque.

¿Podremos los humanos detener un poco el ritmo ...y mirar, y oler, degustar saboreando?

Eso es lo que os deseo, que lo disfruteis.

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